No es novedad decir que la tecnología está cambiando la forma de hacer las cosas. Ha cambiado la vida particular de las personas, como también la corporativa. Y es que los avances en la materia ayudan a mejorar los tiempos y procesos, alcanzando nuevas metas.
En este camino, la incorporación de la tecnología en una PYME es fundamental para que ésta se mantenga vigente y perdure en el tiempo, puesto que la tecnología le permite a empresas pequeñas y medianas competir codo a codo con empresas grandes, ya que facilitan que sus sistemas sean más eficientes y que se puedan optimizar para mejorar sus operaciones e incluso abordar un público internacional, apoyando una cultura de innovación.
Actualmente, podemos acceder a sistemas de todo el mundo gracias a internet, dándonos una gran gama de servicios que se pueden adaptar a nuestras necesidades. Ya han quedado atrás los años en que las empresas tenían que adaptarse a un software en particular.
Dentro de los servicios a los que podemos acceder a través de internet, podemos además encontrar la industria de las Fintech. Estas corresponden a Tecnologías de Servicios Financieros que van, desde la seguridad de las transacciones, dinero virtual y préstamos, hasta los métodos de pago, en donde participamos nosotros con la plataforma Pago Fácil.
En efecto, Pago Fácil, catalogada como una Fintech ( Tecnología Financiera ), apoya a distintas empresas a mantenerse vigentes en el área de ECommerce y cobros a través de Internet, simplificando el acceso de los comercios a las distintas tecnologías de cobro (pagos con tarjetas, transferencias y pagos en efectivo).
Es así como hemos notado que la automatización del área de cobros ha impactado de manera positiva a todos los comercios que la han utilizado, y nos satisface que esta tecnología efectivamente sea un real aporte en su crecimiento.
De esta manera, estamos convencidos que la tecnología existe para apoyar a las empresas, y por lo mismo, creemos que las Fintech han llegado para quedarse, puesto que están para apoyar el crecimiento de las empresas y las sociedades, aunque éstas se desarrollan mucho más lento que la tecnología. No me sorprendería estar al borde de otra revolución económica y me mantengo expectante de lo que sucederá con los avances tecnológicos y la sociedad en nuestro país.